El ruido en el trabajo se define comúnmente como los niveles de sonido a los que están expuestos los trabajadores durante el desempeño habitual de sus funciones. La exposición prolongada o repetida puede provocar dificultades auditivas, una disminución del rendimiento laboral y riesgos más amplios para la seguridad en diversas industrias. El ruido en el trabajo es uno de los riesgos más significativos en materia de seguridad y salud, ya que afecta directamente a la comunicación, la percepción del entorno y el bienestar general. El ruido en el trabajo puede contribuir a la pérdida auditiva permanente si no se controlan los niveles peligrosos, lo que resalta la importancia de implementar medidas preventivas eficaces.
El ruido en el trabajo se refiere al nivel de sonido al que están expuestos los trabajadores durante su jornada laboral. Se mide en función de los niveles de decibelios (dB) y la duración de la exposición, lo que refleja el tiempo que los empleados están sometidos a niveles de ruido potencialmente dañinos.
Trabajar durante períodos prolongados en entornos con altos niveles de ruido puede provocar hipoacusia inducida por ruido (HIR), una afección gradual e irreversible causada por el daño a las células ciliadas sensibles del oído interno. Estas células desempeñan un papel fundamental al transformar las ondas sonoras en señales que el cerebro interpreta como sonido. Una vez dañadas, estas células no pueden regenerarse, lo que provoca una pérdida auditiva permanente. El ruido en el trabajo es un riesgo significativo, lo que hace que la supervisión adecuada y las medidas preventivas sean esenciales para proteger la salud auditiva de los trabajadores.
El problema del ruido en el trabajo no se limita a las industrias de fabricación pesada, sino que también afecta a una amplia gama de sectores, como la educación, el entretenimiento, la agricultura y los sectores de servicios. Existe una estricta normativa sobre el ruido, de acuerdo con la Directiva sobre el ruido de la UE, que describe detalladamente cómo tratar el ruido en el lugar de trabajo. La directiva marco establece las directrices generales de prevención.
Hay varias precauciones que se pueden tomar para prevenir la pérdida de audición en el trabajo:
No, no se debe confiar en la protección auditiva personal (como los tapones) cuando hay otras medidas disponibles para eliminar o controlar el riesgo. Los empresarios están obligados a abordar o reducir los riesgos del ruido en su origen y deben notificar a los empleados los riesgos y ofrecerles opciones de protección auditiva.
La norma ISO 1999:1990 es la que permite medir la exposición al ruido de los trabajadores. El objetivo de las mediciones de ruido es verificar los niveles de acción establecidos en 80, 85 y 87 decibelios. Cada nivel de acción define las medidas que deben tomarse para evitar la pérdida de audición entre los empleados.
Para medir el ruido en el lugar de trabajo se utilizan sonómetros como el SV 971A o dosímetros de ruido como el SV 104.