En esta publicación de blog, discutiremos los hallazgos de la encuesta sobre el ruido en el trabajo y lo que significan para los trabajadores y los empleadores por igual.
Según la ley, el empresario es responsable de mantenerle a salvo de la exposición al ruido. Sin embargo, las leyes sólo se refieren a la salud y no al confort.
Según la investigación de salud, la norma establece un límite de decibelios de 85 para la exposición diaria al ruido. La frase diariamente significa que los niveles de ruido no deben exceder los 85 dB cuando se promedian durante 8 horas, y si lo hacen, debe usar protección auditiva.
Sí, es bastante ruidoso. Es posible que las personas no puedan concentrarse o comunicarse adecuadamente con este nivel de ruido. Un nivel de ruido tranquilo en el lugar de trabajo suele ser de unos 50 decibelios.
Si crees que tu espacio de trabajo es demasiado ruidoso, puedes utilizar una aplicación de smartphone para comprobarlo primero. La lectura no será correcta, pero al menos te mostrará a qué atenerte: ¿estás a 50 decibeles, 60 decibeles o quizás 80 decibeles?
Una vez que haya decidido presentar una denuncia, el empresario debe continuar con la encuesta sobre el ruido. La medición del ruido varía según el país, y con frecuencia la lleva a cabo un consultor de ruido con acreditación para este trabajo.
El estudio del ruido se realiza con un sonómetro de mano como el sonómetro SV 973 de clase 2. Se denomina «barrido del ruido» y el objetivo es determinar los niveles de ruido con mayor precisión que la aplicación móvil. El siguiente paso es realizar un seguimiento del ruido con un dosímetro de ruido una vez comprobados los niveles elevados de ruido.
Llevarías un dosímetro de ruido en el hombro, cerca del oído, para evaluar lo que oyes. El procedimiento duraría toda la jornada laboral, generalmente tres o cinco días seguidos. Tras este seguimiento, se analizarían los datos para comprobar la exposición real al ruido que estás experimentando.
Los dosímetros de ruido modernos, como el dosímetro de ruido SV 104, son demasiado inteligentes para ser engañados. Utilizan el análisis de frecuencias, la detección de movimiento o incluso la grabación de sonido para determinar si el ruido es auténtico y no está causado por un golpe en el dosímetro.
El consultor en materia de ruido emitirá un informe en el que se indica la exposición al ruido y su comparación con las restricciones acústicas una vez finalizadas las mediciones y analizados los datos. Los consultores también ofrecen asesoramiento sobre futuras acciones. Como resultado, el empleador puede volver a mejorar su situación.