La energía del sonido provoca cambios en la presión del aire. Los cambios de presión del aire son detectados por las membranas de los micrófonos de medición, partes esenciales de los sonómetros. Las unidades de presión de aire son pascales y el cambio más pequeño de presión atmosférica que los humanos pueden detectar es un cambio de 20 uPa y el cambio más alto puede llegar hasta miles de pascales. Para gestionar un rango tan grande de variabilidad de la presión del aire, se utiliza la escala de decibelios (dB). El decibel de sonido es una escala logarítmica que usa una referencia de 20 uPa y comprime una escala grande de pascales a una escala manejable de decibelios. Debido a la escala de decibelios, los resultados de la medición del sonido se denominan niveles de presión sonora.
El sonido que varía con el tiempo generalmente se representa como resultados Leq o Peak, expresados en decibeles. El nivel de sonido continuo equivalente (Leq) se utiliza con mayor frecuencia porque tiene una relación directa con el contenido de energía de la señal. El Leq es una forma de representación de la energía de la señal de sonido y se utiliza para evaluar el nivel de peligro para el oído humano. El valor pico es el valor de amplitud máxima que alcanza la señal dentro del período de tiempo.
El tiempo de medición es un parámetro clave en las mediciones de sonido. Debido a que la naturaleza de las señales sonoras es su variabilidad en el tiempo, para evaluar el nivel de presión sonora debe definirse un período de medición en el que se integran y promedian las variaciones de la señal.
En caso de ruido ocupacional, el LEQ se mide en el período de 8 horas de una jornada laboral y dicho resultado se denomina Nivel de exposición al ruido diario (LEX). La exposición diaria al ruido también se puede presentar como él % del límite diario, y dicha representación del resultado se denomina dosis de ruido.