El sonido es una onda vibratoria que viaja a través de medios como el aire, el agua o los sólidos y es percibida por el sistema auditivo. Es generado por objetos que vibran y se caracteriza por propiedades como frecuencia, amplitud y longitud de onda.
A medida que las ondas sonoras viajan, hacen que las partículas del medio oscilen, creando regiones de mayor y menor presión. La frecuencia de estas ondas, o el número de ciclos de presión por segundo, se mide en hercios (Hz), mientras que la amplitud, o el tamaño de las variaciones de presión, se correlaciona con el volumen y se mide en decibeles (dB). Estas propiedades forman la base de las mediciones acústicas, incluidos los niveles de exposición al sonido.